

Le lloré por el tiempo que mi corazón necesitó que no fue poco, pero me quedé con todo lo bueno y aquí estoy.Ĭreo que no hay persona que me conozca de verdad que no sepa quién era mi padre, todo lo que cuento de él es positivo y así soy yo, una mujer fuerte, valiente, emprendedora, positiva y que no se rinde con nada.Īntes de ser madre de mis gemelas de 22 meses, viví la lucha del camino de la maternidad, un camino complicado, en el que lo pasé verdaderamente mal. Gracias a su ejemplo supe gestionar mejor su ausencia, me quedé con su fuerza, con su generosidad, no he visto hombre menos egoísta que él. Tristemente nos dejó un 10 de Diciembre del 2.000, el vacío fue tremendo, pero fue muy valiente con una enfermedad que tanto le maltrató, se agarró siempre a lo positivo, luchó por sobrevivir y se iba al otro mundo tranquilo porque dejaba a su mujer y cuatro hijos con la estabilidad adecuada para no tener otro tipo de problemas.ĭurante su enfermedad ejercí de madre con mi hermano pequeño, tenía quince años y adquirí una madurez que mis padres podían dormir tranquilos durante los ciclos de quimioterapia, ya que tanto mis hermanos como yo, supimos llevar esa etapa con la madurez de personas más adultas.Įse padre que yo vi, ese padre #siemprefuerte es y será un patrón muy importante en mi vida. Tras confirmar su metástasis y una vez planteada una grave intervención quirúrgica, se conformaba con que le dejasen en una silla de ruedas porque lo único que ansiaba era VIVIR. Hacía planes para cuando se curase del todo, ya que nos prometieron una calidad de vida normal hasta que se le hizo metástasis, entonces era consciente de que iba a morir cuando ya no había posibilidades para su intervención última intervención debido al grado de metástasis que tenía, ahí ya perdió toda la fuerza que había acumulado durante dos años, pero estuvo riendo hasta el final, de verdad, hasta el último día y a mi madre le decía, por favor, no me lleves flores al cementerio, quiero verte con minifalda.Įs tremendo lo fuerte que se mantuvo, como siempre veía la parte positiva de las cosas, como aun viendo su deterioro un hombre extremadamente guapo, gastaba bromas sobre su propio físico. No sé si sois capaces de imaginaros cómo fue el día que le dieron la noticia, pero mi padre fue un héroe, mientras todos estábamos destrozados, llorando sin consuelo, asustados o mejor dicho aterrorizados, él se mantenía firme y jamás olvidaré su frase “ no os preocupéis, yo estoy bien y voy a seguir trabajando para que no os falte de nada, todo va a seguir igual, me someteré al tratamiento y después seré intervenido».įueron dos años de lucha… aún le veo trabajando hasta que su cuerpo no tuvo fuerza, haciendo reformas en casa, contando chistes, optimista con cada propuesta que le hacían los médicos, siempre tenía una sonrisa, todo porque se aferraba a la vida y eso le mantuvo vivo. Tenía un carcinoma en la glándula parotida. Todo iba bien hasta que un día mi padre se detectó un bultito que le preocupó, acudió a su consulta y no le dieron importancia pero pasados unos meses, el bulto crecía más y más, fue entonces cuando le mandaron donde tenía que haber ido desde un principio y tristemente era un poco tarde. Sin problemas familiares, estudiando, mi familia tenía salud y el negocio familiar funcionaba muy bien, mis padres se amaban y todo lo que giraba en torno a nosotros era dentro de la normalidad positivo. Tenía 15 años, vivía una etapa maravillosa de mi vida. Eso me ha ayudado a tomar las riendas de mi vida, sin dejar que el problema fuese el que la controlase a ella. No soy enferma de urticaria pero he pasado por procesos en mi vida a los que he tenido que dar la vuelta a la tortilla para seguir adelante. Queridos amigos, la esperanza en la vida es lo último que se pierde. ¡Y ahora, vamos a darle la vuelta a la urticaria! Para todas aquellas personas que padecen la enfermedad, en primer lugar poneros en manos de profesionales, buscad apoyo e información en plataformas como la Asociación de Afectados de Urticaria Crónica, así como en la AAUC y en la web Tú cuentas mucho.

Como consejo, si tenéis síntomas relacionados con esta enfermedad acudir sin perder tiempo a vuestro dermatólogo / alergólogo, ya que ellos son los especialistas en la enfermedad. La urticaria puede curarse, en ocasiones antes de los cinco años, en otras tras largos periodos de tiempo, pero también puede volver a brotar. En cuanto a alimentación no se ha demostrado que exista relación alguna con la enfermedad pero en cambio sí lo hay con el estrés. Actualmente la urticaria crónica no tiene cura, pero con ciertos medicamentos se pueden paliar sus síntomas y controlarla.
